Los seguros son herramientas muy eficaces para prevenir descalabros financieros por imprevistos que pueden surgir inesperadamente. Pero también se pueden convertir en un dolor de cabeza cuando los siniestros son rechazados. Los principales motivos de controversias entre las aseguradoras y el cliente radican en las expectativas del asegurado y la negativa de indemnizaciones por razones aparentemente sustentadas en el contrato de seguro.